lunes, 16 de abril de 2012

Roland Barthes por Roland Barthes

En China, hace mucho tiempo, a toda la comunidad la enterraban alrededor de la abuela.

Mutación brusca del cuerpo (después de salir del sanatorio): pasa (o cree pasar) de la flacura a la corpulencia. Desde entonces, perpetuo debate con ese cuerpo para devolverle su flacura esencial (imaginario de intelectual: enflaquecer es el acto ingenuo de querer-ser-intelectual).

¿Dónde está su cuerpo de verdad? (...) aún y sobre todo respecto a su propio cuerpo, usted está condenado al imaginario.

Activo/reactivo

En lo que escribe hay dos textos. El texto I es reactivo, movido por indignaciones, defensas, escenas. El texto II es activo, movido por el placer. Pero al irse plegando ala ficción del Estilo, el tecto I se hace a su vez activo; entonces pierde su piel reactiva, que sólo subsiste por placas (en pequeños paréntesis).

...el arte de vivir no tiene historia: no evoluciona: el placer que desaparece, desaparece para siempre, insustituible. Vienen otros placeres que no reemplazan nada. No hay progreso en el placer, sólo mutaciones.

El nombre: el último suspiro que queda de las cosas.

Escribo: esto es el primer grado del lenguaje. Luego, escribo que escribo: es el segundo grado. (Ya Pascal: "Pensamiento que se me escapa, yo lo quería escribir; escribo, en cambio, que se me escapó".)

Nota mía al margen: hipostasiar la diferencia.

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