sábado, 6 de octubre de 2012

El exilio de los poetas

Sueño con un haiku del que cuelguen como hojas de un árbol en otoño, dos o tres palabras transparentes. Sueño que ese haiku es una síntesis de mí. Pero después me siento y cierro los ojos para leer lo que esas palabras dicen, cómo hacen para colgar transparentes del árbol, y me llegan algunas sílabas, una ele y una u, y si me concentro llego a escuchar que suena, como una campana, la a. Y quiero traducir el sentido, trasvasarlo a ese cuerpo que reclama, y escribo que "recorro con un dedo la línea de tu espalda y escucho entre las sábanas cómplices cómo se desliza un apagado la".
Pero no era como lo imaginaba. La frase es más bien como una lombriz y yo quería un árbol. Entonces la recorto y la arrojo como papel picado:

recorre
mi dedo
tu espalda.


las sábanas
murmuran un la.

Pero no era como imaginaba mi haiku.
A los poetas todavía nos duele el exilio al que nos condenó Platón. Somos los únicos que todavía buscamos los nombres que hagan visible lo innombrable que nos posee. Nos olvidamos de que fuimos desterrados, y de que el demonio que nos posee no tiene nombre. Dejamos tras nosotros las copias fallidas de ese poema puro que nunca vamos a poder capturar.
Y hay quienes todavía hacen preguntas que no tienen sentido. Para qué escribir, por ejemplo. Para no ahogarte, para llegar a la orilla, irónica línea en el horizonte. Para perder, tirar, romper y empezar otra vez a escribir, con la ilusión de colmar la insaciable falta. Para quién. ¿Hay alguien en la otra orilla? 



jueves, 3 de mayo de 2012

Wörterflucht

Curso de agua, pero en alemán porque, a menos que la lengua se te trabe entre la l y la u, la palabra es algo más erótica que su tocaya española, algo más sonora, y de eso se trata, ¿o acaso no es la música la lengua más sincera? Cuanto más sentido añadimos, más enturbiamos el objetivo íntimo de los cuerpos que buscan acercarse, rozarse, frotarse unos contra otros, multiplicarse.

Palabras-moda

Frescura. La frescura de algunos textos, una prosa fresca. Devenir de logros precisos, indoloros, espontáneos. Trae algo de novedad, desentumecimiento, salud. Algo de sencillez, de despojo, de actualidad. Una propiedad que me gustaba hasta que se gastó.

Para mí quiero una lengua disipada, abundante, erótica. 
Mi tópico: la desesperación.
Mi recurso: hipostasiar. 



lunes, 23 de abril de 2012

TOBY DAMMIT by FELLINI


Cuando un grande como Fellini interpreta a un grande como Poe. 
Este corto no tiene desperdicio. Subo el final porque me parece una perfecta síntesis de la neurosis: el tipo que estrena su ferrari dando vueltas por un decorado del que no puede salir.


"He was detestably poor, and this was the reason, no doubt, that his expletive expressions about betting, seldom took a pecuniary turn. I will not be bound to say that i ever heard him make use of such a figure of speech as "I´ll bet you a dollar." It was ussually "I'll bet you what you please," or "I'll bet you what you dare," or "I´ll bet you a trifle," or else, more significantly still, "I´ll bet the Devil my head".

E. A. Poe

viernes, 20 de abril de 2012

Al margen

Hoy, día fatal. Cansancio milenario.
Encuentro el epígrafe en un libro de Maeterlink.

La parole est du temps, le silence est de l'éternité.


Kibbutz literario

Inspirador fragmento de la página 88 de RB por RB:

"El goce de escribir, de producir, apremia a todos; pero como el circuito es comercial, la producción libre sigue atascada, enloquecida y como desesperada; (...) lo cual hace que esta suerte de eyaculación colectiva de escritura, en la cual podría verse la escena utópica de una sociedad libre (donde el goce circularía sin pasar por el dinero), está encaminada hoy hacia el apocalipsis."

Sueño con esa sociedad. Me imagino a Gertrude Stein, a Francis Scott Fitzgerald. 
Por oposición a ese ideal de literatura festiva, la realidad decadente de los talleres literarios.